Vivaldo puso lo mejor que tenía y la apuesta no le salió. Errores defensivos, desconciertos ante el primer golpe y cambios desacertados
¿Qué sucede con este Temperley que hace 9 partidos que no gana? ¿Cuáles son los motivos para explicar que este equipo desde la llegada de Vivaldo nunca se impuso de visitante? ¿Cómo hace para soñar la gente con un ascenso si se dan estos resultados y la primera fase del Reducido es a un partido, contra el tercero de la tabla general habiendo perdido ante el ante último en el día de la fecha?.
Es difícil argumentar lo que le viene pasando al “Gasolero” que nunca termina de afianzarse, que es muy ciclotímico y a partir de los puntos perdidos, entró en un manojo de nervios. Esos que por ejemplo lo ponen a su entrenador a discutir con el presidente contrario o a retirarse de la cancha porque el rival hace tiempo.
Luego de que se corriera el rumor que iba a poner los suplentes, el “Flaco” mandó toda la carne al asador y por eso el cachetazo aun duele más y desmotiva mirando al martes o miércoles, cuando se deba jugar la primera final.
Con Carreira desde el arranque y Bazán Vera en el banco el comienzo fue auspicioso, es más a los 3 minutos le dieron un hueco a Luís López en zona de gatillo, y el juvenil la mandó a guardar.
Era todo del visitante, monopolio del balón, movilidad, juego por el piso y situaciones. Vivaldo lo vivía tranquilo y alentaba a sus muchachos porque la imagen era la mejor desde aquel triunfo con Atlanta. Jesús Díaz se comía la cancha, López mostraba soltura y Moiraghi era una muralla en el fondo.
Pero empezó a quedarse, cedió espacio y lo pago muy caro. Almada Flores no retrocedía, entonces a Quiñonez le hacían constantemente el 2-1. López era indescifrable para el sector izquierdo de la defensa y los 44 lo dejaron solo y desde la casa metió un derechazo fuerte y esquinado que batió a un Crivelli que algo mas podría haber hecho.
El segundo tiempo mostró el repertorio de siempre, sumado a que el entrenador acumuló gente en ataque pero nunca fue claro ni tuvo una identidad de juego. Chocaron adelante, se equivocaron de manera grosera atrás y lo pagaron con una derrota que en lo psicológico es una de las peores.
Jesús Díaz falló en la salida y luego de un pase Gómez estampó el 2-1 ante la salida de Crivelli.
Los cambios empezaban pero nunca se vio la idea de Vivaldo. Primero entró Bazán Vera por Carreira y Cano pasó mas adelante. El “Indio” casi ni tocó la pelota y discutió con Falczuk por una jugada en la que el Turco podría haberla tirado atrás.
Luego Sergio López reemplazo a Almada Flores pero se recostó sobre la izquierda algo que no se entiende ya que el juvenil puede jugar de enganche. El último fue Ursino por Cano, tres en el fondo, Quiñonez de Central y claro, sin saber lo que debía hacer, el ex Español se seguía mandando al ataque y el entrenador le gritaba que se quede.
Armenio atacaba por izquierda, Temperley no tenía volantes entonces Virardi quedaba en desventaja. El “Flaco” lo puso a Díaz casi como lateral, Orfila en el medio, López por izquierda junto a Ursino y los tres delanteros. Un rompecabezas, desarmado. Solo en los pies de Ursino estuvo la chance del gol pero lo cerraron justo.
A 20 para el final otra vez Gómez le daba cifras definitivas al juego.
Es difícil argumentar lo que le viene pasando al “Gasolero” que nunca termina de afianzarse, que es muy ciclotímico y a partir de los puntos perdidos, entró en un manojo de nervios. Esos que por ejemplo lo ponen a su entrenador a discutir con el presidente contrario o a retirarse de la cancha porque el rival hace tiempo.
Luego de que se corriera el rumor que iba a poner los suplentes, el “Flaco” mandó toda la carne al asador y por eso el cachetazo aun duele más y desmotiva mirando al martes o miércoles, cuando se deba jugar la primera final.
Con Carreira desde el arranque y Bazán Vera en el banco el comienzo fue auspicioso, es más a los 3 minutos le dieron un hueco a Luís López en zona de gatillo, y el juvenil la mandó a guardar.
Era todo del visitante, monopolio del balón, movilidad, juego por el piso y situaciones. Vivaldo lo vivía tranquilo y alentaba a sus muchachos porque la imagen era la mejor desde aquel triunfo con Atlanta. Jesús Díaz se comía la cancha, López mostraba soltura y Moiraghi era una muralla en el fondo.
Pero empezó a quedarse, cedió espacio y lo pago muy caro. Almada Flores no retrocedía, entonces a Quiñonez le hacían constantemente el 2-1. López era indescifrable para el sector izquierdo de la defensa y los 44 lo dejaron solo y desde la casa metió un derechazo fuerte y esquinado que batió a un Crivelli que algo mas podría haber hecho.
El segundo tiempo mostró el repertorio de siempre, sumado a que el entrenador acumuló gente en ataque pero nunca fue claro ni tuvo una identidad de juego. Chocaron adelante, se equivocaron de manera grosera atrás y lo pagaron con una derrota que en lo psicológico es una de las peores.
Jesús Díaz falló en la salida y luego de un pase Gómez estampó el 2-1 ante la salida de Crivelli.
Los cambios empezaban pero nunca se vio la idea de Vivaldo. Primero entró Bazán Vera por Carreira y Cano pasó mas adelante. El “Indio” casi ni tocó la pelota y discutió con Falczuk por una jugada en la que el Turco podría haberla tirado atrás.
Luego Sergio López reemplazo a Almada Flores pero se recostó sobre la izquierda algo que no se entiende ya que el juvenil puede jugar de enganche. El último fue Ursino por Cano, tres en el fondo, Quiñonez de Central y claro, sin saber lo que debía hacer, el ex Español se seguía mandando al ataque y el entrenador le gritaba que se quede.
Armenio atacaba por izquierda, Temperley no tenía volantes entonces Virardi quedaba en desventaja. El “Flaco” lo puso a Díaz casi como lateral, Orfila en el medio, López por izquierda junto a Ursino y los tres delanteros. Un rompecabezas, desarmado. Solo en los pies de Ursino estuvo la chance del gol pero lo cerraron justo.
A 20 para el final otra vez Gómez le daba cifras definitivas al juego.
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