lunes, 19 de abril de 2010

QUEDÓ PELADO

Cuando se juegan finales los márgenes de error se achican y una falla te puede dejar con las manos vacías.
Cuando las instancias son definitorias se notan las jerarquías y las limitaciones se desnudan más que nunca.

Eso fue lo que le pasó al equipo de Jorge Vivaldo que parecía tener todo controlado y en el cierre del primer tiempo hizo todos los méritos para irse abajo en el marcador.

Ya después los golpes lo nublaron y el resultado fue demasiado abultado ya que Colegiales no hizo demasiado.

El comienzo mostraba a un equipo que salía a atorar desde el minuto cero con Díaz arriba de Ceballos y Tessoro con Borrego para no dejar crear. Activo Sergio López la pelota la tenía Temperley y era más.

A los 14, Jesús la guapeó por afuera y tras una doble pared, Salvatierra de zurda la metió contra el primer palo para darles un gol clave a los visitantes.

Controlado, merecido y sin pasar sobresaltos el “Gasolero” transitaba el primer tiempo con mucha tranquilidad.
El local se sentía impotente y no era claro a la hora de la generación para la posterior concreción.

En una contra pudo haberlo liquidado el ex J.J Urquiza pero cuando superó al arquero en vez de definir se dejó caer y Suárez lo amonestó por simulación.

A partir de allí, con mas ímpetu que fútbol el local creció pero se topó con Crivelli que era demasiado para Colegiales.
Pero no fueron los futbolistas del conjunto de Munro las principales amenazas del arquero de Temperley sino sus propios compañeros, en especial Luciano Krirkorian.

Primero el defensor lo topó al guardameta que fue a buscar un centro. Luego a los 40, Gastón Díaz sacó un centro desde la derecha y el ex All Boys, con la pierna cambiada la puso de derecha al lado del palo para darle la paridad al juego.

Un error de técnica imperdonable para un futbolista con tantos años dado que no le rebotó de manera involuntaria, sino que en vez de sacarla de zurda como lo marcaba la jugada, trató de pegarle con la diestra y se equivocó.

A partir de ello, el equipo nervioso fue el visitante y por eso a los 45, Acosta no volvió luego de su incursión ofensiva, Krikorian volvió a pifiar ahora como número tres y centro va, centro viene, apareció solo Gastón Díaz que lo fusiló a Crivelli.

En cinco minutos, en un par de errores, Temperley desmoronaba solito, todo lo bueno que había hecho y la diferencia que había sacado no solo en el tanteador, sino en la tabla general.

En el segundo tiempo Vivaldo mandó a Maxi Zanello por Emanuel Carreira para juntarlo con Sergio López pero el ex Defensores poco apareció y escaso fútbol aportó aparte de la poca garra que hay que tener para afrontar finales.

Los minutos pasaban y pese a que ingresaron Álvarez y Benítez, la impotencia lo sobrepasó y la poca creatividad fue el sello de los 45 finales para el equipo de Vivaldo.

Pero lo que sobró fue la ingenuidad a los 35 porque Torres estaba abriéndose dentro del área y Nahuel Martínez le pegó un empujón que lo vio todo el estadio.
Díaz lo cambió por gol e historia definida.

Solo quedó tiempo para que Jonatan Torres lo trasforme en goleada a los 46.

Una derrota que caló hondo. El ánimo estuvo bastante caliente a la salida y el único que habló fue Vivaldo, durísimo para con los jugadores.

Hay momentos donde los yerros son imperdonables y este fue uno de esos encuentros. El sábado por la noche viene una nueva final, un partido que puede renovar las esperanzas o robarlas hasta el próximo torneo.

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