sábado, 10 de abril de 2010

SERGIO ASISTE, TEMPERLEY GANA

“Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, si entre ellos se pelean se los devoran los de afuera”, es la famosa frase del Martín Fierro y mas allá de que la sangre no los une, Sergio y Luís López son como una familia en este terco Temperley que no termina de convencer pero gana, y se acerca nuevamente al Reducido.

La llave otra vez fue la maravillosa pegada del “Negro” que es intermitente, que se había errado un gol increíble mano a mano, pero que desde el banco trae soluciones. Como la semana pasada ante Armenio, su botín derecho acarició la pelota y se la colocó en la cabeza a Luís que de pique al suelo llegó al undécimo tanto.


El “Gasolero” fue otra vez impotente en el primer tiempo. Con Brito y Funes quería armar, pero ni Carreira ni los delanteros entraban en el circuito.
Flandría aprovechaba la espalda de Guiñazú y con González y Montenegro generaba peligro constante.

Tuvo el local tres en los primeros 20 pero ni el capitán, ni Di Forti, pudieron embocar a un Crivelli que como de costumbre mostraba seguridad.
Brito casi sorprende al primer palo pero era todo tibio. En la cabeza de Villalba se acercaron los de Vivaldo pero se iba la primera mitad sin pena ni gloria.

En el segundo tiempo todo parecía más de lo mismo. Otra vez Villalba se lo comía de cabeza pero esta fue clarita abajo del arco.
Los de Jáuregui ya apostaban al empate y el técnico “Celeste” movía el banco.

Lesionado Bustos Montoya, incluía a Leo Álvarez que mostró movilidad pero también inexperiencia. Sergio López por Carreira, Brito a la derecha y el “Negro” a la izquierda.

A los 25, en la mejor jugada colectiva del encuentro, la armaron por derecha, Luís López le cedió a Álvarez que la dejó pasar y solo mano a mano, Sergio López la agarró de abajo y la tiró a Villa Flandria.

Si no entraba esa, sabiendo que Temperley generaba a cuentagotas se veía complicado. Pero los buenos jugadores pueden pasar malos momentos, pero si en un pequeño tramo se iluminan, te hacen la diferencia.

A los 30, una pelota en la mitad dividida fue bien recuperada por Sergio López que con panorama, lo vio a Luís y se la puso en la cabeza de 30 metros y en diagonal. El goleador la colocó de pique al suelo al palo izquierdo para desatar el delirio.

Dos líneas de cuatro, y a aguantar. Y cuando de retener el cero se habla, Federico Crivelli se agranda y demuestra que es el mejor arquero del campeonato.
A los 33 descolgó un zapatazo que tenía destino de golazo porque se colaba en el Angulo derecho. Rápido de piernas y de reflejos hizo que el banco de suplentes lo festejara como un gol.

Los diferentes tienen que estar, porque en cualquier momento pueden marcar una distancia con los demás. Si los López asisten a la cita, el conjunto de Vivaldo seguirá teniendo chances para clasificar porque se le puede criticar mucho en lo futbolístico, pero no se puede negar que tiene un gran corazón y que nunca baja los brazos.

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